La potabilidad de las fuentes de la zona de Sar en Santiago de Compostela analizada en el curso 2007-08.

 

• Datos de junio del 2008.

Después de una primavera extremadamente lluviosa, las aguas analizadas muestran las condiciones de no potabilidad por la elevada concentración de nitritos o/y por la presencia de bacterias coliformes, con la única excepción de las la fuente de Picaños, siendo catalogables todas las demás fuentes de este análisis como "no potables". Quizás las abundantes aguas de lluvia arrastraron consigo la contaminación de las aguas residuales de las casas cercanas. Por su parte, los nitratos mantienen los mismo niveles elevados en las fuentes de San Blas y de Picaños.

• Datos de febrero del 2008.

Después de las lluvias de invierno, no muy abundantes, en este análisis se observa ausencia de amonio pero sí de una concentración de nitritos cercana al límite máximo permitido, indicando todo ello quizás una contaminación reciente de aguas fecales. Por su parte, los nitratos se encuentran más elevados en las fuentes de San Blas y de Picaños, posiblemente por las actividades agrarias de final del invierno en las huertas de estas dos zonas del barrio de Sar.

• Datos de noviembre del 2007.

Los datos de noviembre de 2007 están marcados por la persistente sequía que ha afectado a Galicia durante casi dos meses, justo hasta la realización de este análisis, lo que ha probablemente es la causa de que la fuente Fidalga se muestre seca en esta ocasión. Seguimos aún sin recuperar la fuente Dos Capitáns, a la espera de que el ayuntamiento de Santiago de Compostela la reconstruya justo en el punto en el que se situaba, atravesado por el nuevo vial que va desde la rotonda de Sar hasta Pontepedriña. En esta ocasión hemos acompañado a las tres fuentes del barrio de Sar que tenían agua con muestras de tres fuentes de Lavacolla, localidad cercana a Santiago y de la que provienen bastantes alumnos y alumnas de nuestro centro, y también una muestra de agua traída desde el Mar Muerto. Este último mar es la mayor extensión de agua situada bajo el nivel del mar, en concreto a 461 m bajo dicho nivel, siendo actualmente compartido de manera igualitaria por los estados de Israel y Jordania. Históricamente sus aguas han sido muy apreciadas por el elevado contenido en sales beneficiosas en los tratamientos de la piel, de reuma e incluso trastornos respiratorios. Actualmente se encuentra en un fuerte proceso de degradación y pérdida de agua por ser utilizada para irrigar extensas zonas agrícolas de ambos países y también por los procesos de evaporación a que se someten sus aguas para la obtención de sus preciadas sales.

En esta ocasión, hemos encontrado bacterias coliformes en el agua de todas las fuentes analizadas, excepto en la de la fuente de Pelamios (el más famoso manantial en que se lavaban los peregrinos antes de su llegada a Santiago en esta ruta) y el agua del Mar Muerto. La única fuente con agua potable en esta fecha es la de Pelamios, a pesar de que se encuentra en el límite en el contenido de nitritos. Destaca en lavacolla, el fuerte contenido de nitritos en la fuente del Picho de la Sionlla, y el elevado número de bacterias coliformes en el caso de la fuente de Vilamaior. En este último caso, el contenido bacteriano podría ser la deficiente ubicación de la fuente en la actualidad, al ser prolongada la salidad de esta fuente desde su localización original al actual en el entorno de un área de recreo de esta aldea pudiendo ser que dicha prolongación no se haya llevado a cabo con todas las garantias de seguridad higiénica.

El caso del agua del Mar Muerto merece una mención aparte, puesto que, en ausencia total de bacterias lo que podría explciarse por el elevado contenido en sales, presenta fuerte concentraciones de nitritos y de amonio, pudiendo explicarse ello precisamente en la ausencia de una degradación bacteriana de estos compuestos.

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