Foto y vídeo:
ESA
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Los océanos junto con la vegetación terrestre son los dos grandes sumideros del carbono presente en la atmósfera en forma principalmente de CO2. Una nueva investigación utiliza datos de los satélites de la ESA, la NASA y la NOAA ha comprobado que los océanos de la Tierra ayudan a frenar el calentamiento global al absorber carbono de nuestra atmósfera en mayor cantidad de lo que se pensaba hasta ahora. Ello es así, ya que las mediciones no se toman donde ocurre, la superficie del mar, sino varios metros por debajo.
Estas conclusiones se han
logrado hacieno coreciones
satelitales a los datos
anteriormente tomados por otros
métodos desde 1992 a 2018. La
diferencia con el método ahora
empleado es que los satélites
como el Envisat de la ESA, el
AVHRR de la NOAA, la serie MetOp
de EUMETSAT y la misión
Copernicus Sentinel-3 miden de
manera mucho más exacta la
temperatura en la superficie del
océano. El resultado es que el
el flujo neto de carbono hacia
los océanos se había
minusvalorado en 0,9
Gigatoneladas de carbono por
año. Ello supone que, por
ejemplo, de las 3 Gigatoneladas
de carbono arrastradas al océano
en 2010, un tercio fué absorbido
por los océanos y no una cuarta
parte según se deducía de las
medidas no corregidas.
A pesar de que la absoción de
carbono por los océanos sea
mayor de la esperada, y por
tanto el beneficio para reducir
el calentamiento global es
tambén mayor, los océanos se ven
afectados asimismo en mayor
medidad de lo que se pensaba por
el carbono que absorben,
volviéndose más ácidos tambien.
Así, la amenaza para la salud de
los ecosistemas marinos es más
grave.