Se
trata de una
extraña enana blanca, robablemente el resultado de una fusión dramática
entre dos estrellas antiguas.
Las enanas blancas son los núcleos pequeños, densos y calientes de las
estrellas de masa promedio al igual que nuestro sol después de que han
quemado su combustible y arrojado sus capas externas. Posteriormente se
enfrían lentamente.
Según Mark Hollands de la Universidad de Warwick, Reino Unido, y sus
colegas han descubierto esta estrella a 150 años luz de la Tierra con
algunas características muy peculiares.
Tiene una masa aproximadamente el doble del promedio de una enana
blanca, y también parece moverse a través de la Vía Láctea extremadamente
rápido, más rápido que el 99 por ciento de sus vecinos.
Lo más sorprendente de todo es su atmósfera exterior, que tiene altos
niveles de carbono y niveles muy bajos de hidrógeno y helio, algo raro en
una enana blanca convencional.
Todos estos datos indican esta enana blanca simplemente no se pudo
haber hecho a través de la formación estelar normal. En cambio, parece ser
el producto de una colisión hace más de mil millones de años entre dos
enanas blancas antiguas de tamaño medio. Las dos estrellas debieron orbitar
entre sí hasta que al envejecer se empezaron a acercar hasta fusionarse.
Leer más:
We’ve discovered a planet orbiting an exploded star for the
first time
Para confirmar esta hipótesis,, los astrónomos necesitarán observar
cuidadosamente pequeños cambios en el brillo de la superficie de la
estrella, lo que nos puede dar más información sobre su núcleo. Tras el
resultado de una fusión la estrella debería tener una estructura central
diferente a la que se formó en circunstancias más comunes, dice Hollands.
El hallazgo podría tener implicaciones importantes para nuestra comprensión
de la estructura del universo. Algunas enanas blancas explotan en una
supernova cuando mueren, y los astrónomos usan estas explosiones para
determinar qué tan lejos están.
Referencia del diario: Nature Astronomy,
DOI: 10.1038 /
s41550-020-1028-0