En el siglo
pasado, la temperatura promedio
en el bosque aumentó 1–1.5 ° C1.
Luego la estación seca se
ha prorrogado durante sos
últimos 50 años, de cuatro meses
a casi cinco2. Tres sequías
severas se han producido
desde 2005. Todo eso está
impulsando un cambio en la
vegetación. Recientemente se
supo que los árboles funcionan
mejor en condiciones húmedas,
como las leguminosas tropicales
del género Inga, por lo
que estas leguminosas están
siendo sustituidas por árboles
más adaptados a ambientes
xerofíticos, como por ejemplo el
árbol de castaña (Bertholletia
excelsa).
APor otro lado y aunque la
Amazonía es la selva tropical
más grande del mundo, hoy en día
Por otro lado, las actividades
humanas recientes, como grandes
talas en una extensión de un 15%
de la Amazonía han llevado
a un apérdida en total de más de
6 millones de kilómetros
cuadrados en la década de 1970.
En la década de 2000, Brasil
ftuvo una buena poítica para
frenar drásticamente la pérdida
de bosques. Desde entonces, los
problemas sociopolíticos del
país han conducido a una
recesión económica, la cual ha
causado un grave aumento de la
deforestación. A todo ello se
han sumando los enormes
incendios forestales en la
Amazonía de agosto de 2019 que
muchos científicos han
relacionado con la retórica
anti-ambientalista del actual
presidente de Brasil, Jair
Bolsonaro. Para más información
se puede leer el artículo de
Nature. Hay que recordar
que la mayoría de los incendios
son provocados por agricultores
o por ganaderos.
Ignacio Amigo: Nature 578, 505-507 (2020). Doi: 10.1038/d41586-020-00508-4