El río Colorado fluye desde las montañas rocosas centrales de Colorado
y Wyoming a través de otros cinco estados de EE. UU., 11 parques nacionales
de EE. UU. y dos estados mexicanos, recorriendo cerca de 3000 km y
abasteciendo de agua a 40 millones de personas. Ahora el río está en
peligro. Las cantidades insostenibles de sus aguas extraidas para irrigar
muchos km2 de tierras de cultivo y las precipitaciones
anormalmente bajas acompañadas de un clima cálido y seco han propiciado un
acusado descenso de su caudal en los últimos decenios. Si estas tendencia
sigue en el futuro, un tremendo impacto ambiental será inevitable.
A
pesar de la importancia del río, los científicos han tenido dificultades
para determinar a la hora de calcular esa probable disminución de su flujo a
medida que el mundo se calienta. Para Chris Milly, científico investigador
sénior del Servicio Geológico de EE. UU., La pregunta es desconcertante y
fascinante. Este proyecto duró un año en la obtención de datos. Finalmente
los resultados se publicaron en la revista Science, y las conclusiones se resumen en la predicción de que a
mediados de siglo el río podría perder de un 14 a un 31 por ciento de su
caudal histórico. Para ello se tomaron datos del período 1913-1917.
En la metodología de trabajo Milly y su colega Krista Dunne, crearon un
modelo informático muy detallado que analizaba cómo el agua entra y sale de
la cuenca del río Colorado a través de la precipitación, la fusión del manto
de nieve, la evaporación y otros procesos clave. La complicación surgió con
los parámetros físicos con valores difíciles de medir, (como la cantidad
máxima de agua que el suelo puede contener en cualquier lugar de la cuenca.
Esto les obligó a realizar hasta 171 versiones para llegar finalmente a la
conclusión dicha anteriormente.
Referencia
P. C. D. Milly
y K. A. Dunne:
Colorado River flow dwindles as warming-driven loss of
reflective snow energizes evaporation. Science
13 Mar 2020: Vol. 367, Issue 6483, pp. 1252-1255. DOI:
10.1126/science.aay9187